Prepara tu bicicleta de montaña o carretera para el verano y maximiza tu rendimiento
Para muchos ciclistas, el verano es la mejor época del año para salir a rodar, ya sea en bicicletas de montaña por senderos técnicos o en bicicletas de carretera disfrutando de rutas largas bajo el sol. Días más largos, clima estable y la oportunidad de explorar nuevos paisajes hacen que la temporada estival sea ideal para el ciclismo. Sin embargo, el calor extremo, el polvo y el terreno seco pueden afectar tanto a tu rendimiento como al estado de tu bicicleta.
Si quieres garantizar una experiencia óptima en cada salida, es fundamental prestar atención no solo a tu hidratación, protección solar y equipación, sino también al mantenimiento de tu bicicleta. Tanto en rutas de MTB por terrenos accidentados como en carreteras de asfalto a altas velocidades, las altas temperaturas pueden afectar a componentes clave como los frenos, las cubiertas y la lubricación de la transmisión.
El impacto del calor en tu bicicleta de montaña y carretera
El calor y la exposición prolongada al sol pueden alterar el comportamiento de ciertos componentes. El polvo y la sequedad del terreno pueden acelerar el desgaste de la transmisión, mientras que los frenos de disco y las cubiertas pueden sufrir alteraciones en su rendimiento. Aquí tienes algunas claves para mantener tu bicicleta en perfecto estado:
- Lubricación frecuente: Es crucial para las partes móviles como la cadena, el cambio y los pedales. En verano, se recomienda utilizar lubricante de cera en lugar de aceite, especialmente en bicicletas de montaña, ya que repele mejor el polvo y la suciedad de los senderos.
- Presión adecuada en las ruedas: En bicicletas de carretera, es recomendable rodar con una presión más alta para mejorar la eficiencia y evitar pinchazos en el asfalto caliente. En MTB, si el terreno está seco y suelto, puede ser útil reducir ligeramente la presión para mejorar el agarre.
- Chequeo de frenos: En climas cálidos, los frenos pueden recalentarse con mayor facilidad, reduciendo su eficacia. Si usas frenos de disco, revisa el estado de las pastillas y considera hacer un purgado si notas pérdida de potencia en la frenada.
- Protección contra los rayos UV: Si tu bicicleta pasa tiempo al sol, utiliza protectores para el cuadro y los componentes, especialmente en bicicletas de carbono, que pueden verse afectadas por la exposición prolongada.
Evita averías y disfruta de cada kilómetro
Ya sea que prefieras la velocidad sobre el asfalto con tu bicicleta de carretera o la adrenalina de los descensos en MTB, realizar un mantenimiento preventivo te permitirá rodar con seguridad y disfrutar de cada salida sin imprevistos. Un simple chequeo antes de cada ruta puede hacer la diferencia entre una jornada perfecta o una avería inesperada en plena ruta.
📺 De nuestro canal en YouTube. En este vídeo te adelantamos algunas cuestiones de interés relacionadas con el mantenimiento veraniego de tu bici.
Te explicamos qué partes revisar y otros trucos prácticos para tener tu bici preparada en el verano.
Lava y engrasa la bicicleta
Suena obvio, pero ¿cuándo fue la última vez que limpiaste a conciencia tu bicicleta? Si la has tenido mucho tiempo parada, un lavado profundo. debería ser prioritario. Usa un limpiador de bicicletas de calidad y cepillos decentes, de modo que puedas alcanzar todos sus elementos. Haz que tu bici brille nuevamente. No solo la lucirás con orgullo, sino que así será más fácil detectar problemas de desgaste, haciendo el mantenimiento cotidiano más sencillo. Cuadro, ruedas, neumáticos, transmisión, etc, deberán librarse del polvo o la humedad del garaje para salir de nuevo a la carretera o al monte. Comprueba si hay signos visibles de oxidación. La cadena y los cables del freno suelen ser especialmente proclives; si son estos los que están oxidados, deberían reemplazarlos sin dudarlo. Una vez limpia tu bici, engrasa correctamente todas sus partes. En especial, los siguientes componentes de la transmisión:
Cadena
El invierno destruye las cadenas y las cadenas viejas destruyen las transmisiones. La cadena es uno de los elementos que más sufren y se desgastan con las altas temperaturas o el polvo. Te recomendamos limpiarla con desengrasante y lubricarla después de cada salida. Para el verano es mejor usar un lubricante de cera antes que uno de aceite por su mejor comportamiento en condiciones de seco. La cera forma una película protectora en la superficie de la cadena que repele el polvo. Además, penetra más a fondo en los eslabones. Emplea una herramienta de desgaste de cadena para ver si es hora de cambiarla. Reemplazar cadenas baratas con más frecuencia puede ser más efectivo que usar una cadena costosa. Esto ayuda a minimizar el desgaste de la transmisión y a que componentes como el cassette duren más tiempo.
Cambio
Limpia y desengrasa bien las roldanas de la pata del desviador trasero, ya que son partes móviles que tienden a acumular mucha suciedad, restos de grasa, etc. Asimismo, puedes echar un par de gotas de lubricante (mejor en aceite) en el muelle del desviador para darle mayor protección, evitar la fricción, etc. Repite la misma operación en las partes móviles del desviador delantero.
Pedalier
Revisa que al pedalear no se escuchen ruidos, chirridos o crujidos, ya que es posible que los cojinetes y rodamientos del pedalier no estén engrasados. Esto es algo que puede acelerar su desgaste o romperse. Deberás quitar las bielas, extraerlas junto al eje, limpiarlas y volverlas a lubricar con grasa de montaje. Es una operación algo más compleja que las anteriores, por lo que te recomendamos que la haga un mecánico. La limpieza y engrasado no suele superar los 30 euros y tendrás como resultado una transmisión silenciosa y precisa.
Pedales
Otra fuente de ruidos, crujidos, fricciones no deseadas y desgaste tienen lugar en los pedales. Engrasa bien la rosca tanto del propio pedal como de la biela con grasa de montaje para eliminar los ruidos. Una vez instalados apriétalos ligeramente, ya que el apriete total vendrá dado por el propio pedaleo. Por último, echa unas pequeñas gotas de lubricante en los muelles del pedal si son automáticos para garantizar un anclaje de la zapatillas rápido y firme.
Revisa el estado de las cubiertas y la presión de las ruedas
Dependiendo de si hacemos carretera o mountain bike, vamos a rodar por asfalto y caminos secos y polvorientos, por lo que hay que comprobar que las cubiertas estén en buen estado y la presión de inflado de las ruedas sea la adecuada para este terreno. ¿Qué presión hay tener para condiciones de seco? Es una época para rodar con presiones altas, especialmente en carretera ya que el estado del terreno es mejor y no hay riesgo de encontrarse zonas húmedas en descensos, barro, suciedad, etc. En el ciclismo de montaña sí que habrá que jugar más con la presión. El firme de algunos senderos puede estar muy seco y suelto por la acción de las altas temperaturas y el agarre puede comprometerse, especialmente en las curvas. Reducir aproximadamente 0,2 bares con respecto a la presión habitual puede compensar esta pérdida de adherencia, sobre todo si llevas neumáticos de seco o semi lisos con poco taco.
Si usas ruedas tubeless, renueva el líquido
Si has tenido la bicicleta aparcada durante el invierno y buena parte de la primavera y tus cubiertas están tubelizadas revisa el estado del líquido tubeless, porque seguramente se haya secado por no moverse dentro de la rueda. Además, una vez lo hayas cambiado será conveniente hacer una nueva sustitución en pleno verano o al mes de reanudar tus salidas. El líquido antipinchazos tiende a secarse más rápido que en invierno por la acción de las altas temperaturas.
Revisa los frenos (especialmente si son de disco)
En verano los frenos tienden a recalentarse y, por lo tanto, perder eficacia. Ese recalentamiento también acelera el desgaste. Antes de iniciar el verano conviene comprobar que tanto zapatas -si usas frenos de llanta- como discos y pastillas de freno están en buen estado y cuentan con la superficie de frenado idónea. Recuerda que la pastilla debe tener como mínimo 1 mm de grosor en su pista de frenado. De lo contrario habrá que reemplazarla. El líquido de los frenos de disco también pierde propiedades con el calor. Por lo que si llevas tiempo sin hacer un purgado de frenos, el inicio del verano es una época ideal para ello. El circuito tendrá líquido nuevo, con todas sus propiedades intactas, garantizando la mejor frenada y tacto posible.
Viste la bici de verano: cinta de manillar y portabidones
Puedes aprovechar que le vas a hacer una revisión general a la bicicleta para instalar nuevos accesorios que te harán más llevaderas las rutas de verano. Una de esas soluciones prácticas y económicas es cambiar la cinta del manillar de la bicicleta de carretera por una que confiera más agarre y sea transpirable. Eso evitará que con el sudor pierdas adherencia en el manillar y aumente el riesgo de caída, sobre todo en los descensos de puertos de montaña. Las más recomendadas para ello son las de gel o silicona, con pequeños agujeros en la cinta. Marcas como Jagwire o Prologo cuentan con este tipo de cintas en su catálogo. También puedes añadir un portabidón extra a tu bicicleta si cuenta con anclaje para ello. Contar con dos portabidones en esta época del año es muy práctico, ya que te permitirá llevar una reserva extra de líquido. O tener un bidón de agua y otro de isotónico, que viene muy bien para obtener energía extra y evitar la deshidratación.
Añade unas luces
Por último, el verano es también tiempo de salir en bici tarde, incluso de noche. Muchos ciclistas aprovechan el respiro que da la noche en cuanto a temperaturas para entrenar y para programar salidas divertidas y cargadas de adrenalina por el monte, en el caso de los bikers. Si eres de ellos, deberás hacerte con una luz delantera y otra trasera. Además de por tu seguridad, deberás encender ambas luces para cumplir con las normas de tráfico. El código de circulación actual prohíbe la circulación de bicicletas sin luces por la noche, ya sea una de ellas o las dos, bajo multa de 200 euros. En el mercado hay faros delanteros para bicicleta de todo tipo e intensidad lumínica. Incluso muchos incluyen batería integrada dentro del mismo para evitar añadir un peso extra en el cuadro. El faro deberá fijarse en el manillar y tener luz blanca. En cuanto a la trasera, debe ser siempre roja, fija o intermitente e instalarse bajo el sillín o la tija. La luz trasera es muy importante para ser vistos por otros vehículos en carretera.